El pasado sábado día 12, la Hermandad celebró su ya tradicional jornada de convivencia, tras la recién terminada Semana Santa, junto a su Cuadrilla de Hermanos Costaleros. Jornada de reunión en la Casa de Hermandad para analizar el trabajo realizado en el desfile procesional con vistas a encontrar aquellos aspectos que pudieran mejorarse o a reafirmarse en los que se vienen haciendo en la forma correcta.
Tras este punto, que resultó muy participativo, se pasó a compartir con la Junta de Gobierno, unas horas durante las cuales, los lazos de amistad que nos unen, saldrán una vez más fortalecidos. Tiempo de recordar cuántas oraciones calladas de costaleros rememorando en cada levantá, en cada chicotá, a su madre, a su mujer, a su novia, a sus hijos, a sus enfermos, a sus amigos... Cuántos padecimientos ofrecidos, cuántas promesas por cumplir…tanto alivio a nuestra angustia, tanto remedio a nuestro dolor. Tiempo de recordar momentos grabados a fuego en la retina de tantos, de bromas y momentos serios que son ahora ocasión de evocarlos con alegría y a la vez con emoción contenida.
Pero no solo era tiempo de hacer memoria, porque este al igual que otros actos sólo tendrá sentido en la medida en que nos sirva para hacer más Hermandad, buscar esa complicidad entre Junta y costaleros que sirva para conserva intachables la tradición de la carga en Puerto Real, y hacernos valedores de un precioso patrimonio, en forma de hermanos costaleros jóvenes, valientes y lanzados que quieran a su Hermandad y trabájaben por ella, a su manera, pero con un inmenso cariño a la Virgen de los Dolores.